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Cinco cosas que debes saber antes de comenzar una rutina de ejercicios
Las actividades al aire libre pueden ser muy beneficiosas para las personas con lupus. Sin embargo, es mejor no apresurarse a seguir un programa de ejercicio riguroso. Es mejor gradualmente acostumbrar a su cuerpo a hacer ejercicio.
Los pacientes con lupus pueden y deben participar en la actividad física. Antes de hacer esto, debe discutir con su médico o fisioterapeuta cuál será el mejor tipo de ejercicio para usted.
Ya sea que esté comenzando (o renovando) una rutina de ejercicios ahora, o si ha estado haciendo ejercicio durante todo el año, hay algunas cosas clave que todas las personas con lupus deben saber sobre el ejercicio.
Antes de salir por la puerta, recuerde los siguientes cinco puntos:
- Caminar, nadar, andar en bicicleta, ejercicios aeróbicos de bajo impacto, ciertos tipos de yoga, Pilates y estiramientos pueden ayudar a tonificar los músculos y minimizar el agravamiento de las articulaciones. Ejercicios como estos son excelentes para prevenir la osteoporosis, la enfermedad en la que las personas pierden densidad mineral ósea.
- Aunque, a veces, el ejercicio puede ser lo último en lo que pensamos, es bueno mantenerse lo más activo posible. Esto evita que los músculos que ya no se ejercitan se debiliten. También es importante variar su rutina de ejercicios para promover el fortalecimiento de diferentes grupos musculares en todo el cuerpo.
- Además, el ejercicio es bueno para aliviar el estrés. Y, como sabrá, el estrés puede desencadenar un brote de lupus. Sin embargo, ¡es necesario mantener un ritmo adecuado para usted! Cuando trata de hacer demasiado, eso aumenta su sensación de estrés y también puede contribuir al brote de la enfermedad, lo que puede crear aún más estrés. No se esfuerce demasiado. Tiene que encontrar un buen equilibrio que funcione para usted. Es importante permitir que su cuerpo descanse y se recupere.
- Si experimenta dolor intenso o articulaciones rígidas e hinchadas, debe evitar o limitar las actividades que contribuyen a la sensación de dolor. ¡Siempre descanse si es necesario! Es una buena idea limitar los ejercicios de alto impacto, como trotar, levantar pesas y ejercicios aeróbicos de alto impacto. Estos pueden ejercer tensión y presión sobre las articulaciones.
- Si experimenta dolor y empeoramiento de las articulaciones, hay varias cosas que puede hacer
Maneras de aliviar el dolor y el dolor después del ejercicio.
El dolor articular y muscular se puede aliviar con la aplicación de calor y/o frío. Sin embargo, se ha demostrado que el calor húmedo alivia las articulaciones doloridas mucho mejor que el calor seco. Intente tomar una ducha tibia, usar una toalla húmeda tibia o sumergirse en una bañera caliente para aliviar los dolores y molestias.
Otros métodos para aliviar el dolor pueden incluir técnicas conductuales, como relajación, meditación, respiración enfocada, yoga de bajo impacto, Tai Chi e imágenes guiadas. Estos métodos le permiten desviar la atención de su mente del dolor y concentrarse en aliviar el estrés y la tensión que pueden intensificar la experiencia del dolor. Estas técnicas son seguras y fáciles de hacer en casa y le permiten controlar su dolor en lugar de sufrirlo.
Las aplicaciones de hielo o frío son recomendables solo para músculos o lesiones torcidos o tensos. Siga el método Descanso, Hielo, Compresión y Elevación o RICE (por sus siglas en inglés ) para aliviar el dolor, reducir la hinchazón y acelerar la curación. Comience inmediatamente después de que ocurra la lesión y continúe durante al menos 48 horas.
Trabaje con su equipo de atención médica y desarrolle un plan que le beneficie y al mismo tiempo límite cualquier molestia.
Por último, asegúrese de proteger su piel contra los rayos del sol. ¡Aplique el protector solar y use un sombrero de ala ancha antes de salir por esa puerta!