Providing Answers, Support and Hope in the Southeastern US
Los cuidadores y su autocuidado
Las responsabilidades de los cuidadores pueden ser abrumadoras y agotadoras, pero una de las cosas más importantes que puede hacer es cuidarse a sí mismo(a). Cuanto más fuerte usted se mantenga (física y mentalmente), más apoyo podrá ofrecer. Para brindar una atención adecuada, debe cuidarse a sí mismo(a). En esta sección presentaremos cuatro formas concretas para hacerlo, con consejos y sugerencias para cada una.
Conozca sus límites
A veces es difícil saber cuándo detenerse. Además de todas las tareas que debe hacer en su casa, en el trabajo y con su familia, ahora tiene nuevas responsabilidades. Es posible que sienta que las horas del día no le alcanzan para cumplir con todas las obligaciones que tiene, y eso es perfectamente normal. Es importante que acepte que no puede hacerlo todo y que su salud y bienestar personales son tan importantes como la lista de tareas pendientes que tiene frente a usted.
Sea realista sobre cuánto puede hacer y lo que no puede hacer, y preste atención a estas señales de advertencia:
- ¿Siente a menudo que las cosas no terminan por hacerse, no importa cuánto planifique o cuán duro trabaje?
- ¿Sus responsabilidades de cuidado interfieren con su trabajo, con sus relaciones y con su salud?
- ¿Se siente agotado(a) y tenso(a) la mayor parte del tiempo?
Si es así, pida ayuda a otros. Haga una lista y comparta con las otras personas lo qué le ayudaría más a usted.
Tome decisiones saludables
El estrés del cuidador(a) es el “desgaste” físico y emocional diario que se produce como resultado de cuidar a un ser querido. Cuanto más estrés usted tenga, más tensión puede sentir en su salud física y mental. Desarrollar la resiliencia (es decir, la habilidad de sobreponerse) para "recuperarse" de los periodos estresantes es una forma de autocuidado y puede tener beneficios reales para la salud.
Siga estos consejos para desarrollar la resiliencia a través de opciones saludables:
- Programe tiempo para comer con regularidad y siga una dieta saludable.
- Haga ejercicio con regularidad para aliviar el estrés y promover una buena salud.
- Si bebe alcohol, hágalo con moderación.
- Su cuerpo necesita descansar para recuperarse del estrés. Duerma lo suficiente para sobreponerse de la fatiga y recobrar la energía.
- Hágase chequeos regularmente con su proveedor de atención médica. Pregúntele qué dieta y rutina de ejercicios son las más adecuadas para usted.
- Pídale a un familiar o a una amistad que se quede con su ser querido para que usted pueda tomar tiempo para sí mismo(a).
- Manténgase en contacto con sus amistades y planee actividades divertidas de forma regular.
- Tome una clase sobre el manejo del estrés para aprender técnicas útiles para enfrentarlo.
- Aproveche los recursos comunitarios para cuidadores, como los servicios de relevo (cuidadores profesionales que lo reemplazan a usted por un tiempo determinado, generalmente de corto plazo) o servicios de cuidado a domicilio.
- Desarrolle una actitud positiva. Habrá situaciones que no podrá controlar. No se sienta culpable.
Acepte sus sentimientos
Cuidar a alguien puede ser una montaña rusa emocional. Es posible que usted sienta enojo por lo que le está sucediendo a su ser querido. Puede sentir que está fuera de control porque su vida ha cambiado tanto, y puede tener ansiedad porque no puede “solucionarlo todo”. También podría experimentar sentimientos de culpa que van y vienen cada vez que intenta hacer más y más, para luego darse cuenta de que no hay suficientes horas en el día para hacerlo todo.
Cuando el futuro es incierto y usted asume la mayor parte de las responsabilidades, es fácil sentir que está solo(a) e indefenso(a). Es importante que se dé cuenta de que lo mejor que puede hacer para empezar a sentirse mejor es aceptar sus emociones. Las emociones fuertes son parte del cuidado de alguien, y si no las reconoce y las comprende, pueden llevar al agotamiento.
Aquí le proporcionamos algunos consejos que le ayudarán a sobrellevar sus emociones:
- Esté atento(a) a sus sentimientos y acéptelos, en lugar de rechazarlos. Expresarlos adecuadamente es una opción saludable. Desarrolle una red de apoyo en torno a usted. Comuníquese con familiares, amistades y profesionales como consejeros, terapeutas y profesionales de la salud, con quienes pueda compartir con comodidad sus sentimientos y darles sentido.
- Encuentre un momento de tranquilidad y reflexione sobre su experiencia como cuidador(a). Se dará cuenta de que hay éxitos en cada historia.
- Únase a un grupo de apoyo para cuidadores donde pueda compartir su historia de manera segura y cómoda con otras personas que están viviendo experiencias similares. Muchos cuidadores que asisten a estos grupos encuentran esperanza y fortaleza en estas reuniones.
- Escriba en un diario de sus experiencias y cómo le hacen sentir. Hable con su proveedor de atención médica sobre cualquier sentimiento de ansiedad y/o tristeza que parece no desaparecer.
- Esté abierto(a) a buscar ayuda profesional de un terapeuta o consejero capacitado. Los consejeros y terapeutas profesionales brindan excelente ayuda y orientación en un entorno seguro y apoyador.
- Comuníquese con su hospital local o un centro de bienestar comunitario para obtener información sobre salud mental y emocional.
Aprenda a solucionar problemas
Los problemas no siguen las reglas básicas de cortesía. No esperan por el momento adecuado antes de llamar a la puerta ni se van en silencio si la situación no es la adecuada para usted. El cuidado puede traerle a usted y a su ser querido nuevos desafíos y ambos deberán colaborar para superarlos. Resolver problemas consiste en trabajar con los detalles de una situación para alcanzar los mejores resultados posibles. Cuanto más organizado esté un proceso que desarrolle, menos estresante y abrumador será para usted.
Aquí tiene algunos consejos que le ayudarán a superar los desafíos. Asegúrese de seguir estos pasos tanto por escrito como mentalmente.
- Describa un problema en particular o una incertidumbre. ¿Qué es lo que más le preocupa?
- Hable con un familiar o amistad para comprender el problema con mayor claridad. Otras personas pueden interpretarlo de manera diferente y brindar información útil.
- Identifique las mejores soluciones posibles. ¿Qué información es más relevante para el problema?
- Anote todas las posibles soluciones.
- De entre estas soluciones, ¿cuál le ayudará más a su ser querido?
- Elija la mejor solución posible al problema y enumere los pasos que se deben tomar.
- Ponga su plan en acción.
- Una vez que haya puesto en práctica su plan, evalúe los resultados. ¿Está satisfecho(a) con la forma en que salieron las cosas? ¿Qué podría hacer de manera diferente en el futuro?